lunes, 5 de mayo de 2014

Listado de carteles en actividad a mayo de 2014


Asociación de Topología en Extensión de Buenos Aires.
Carteles constituidos:
  1. Cartel sobre el cartel.

Integrantes:
María Inés Kaplán; kaplanmi@fibertel.com.ar
Roberto Pinciroli; pinciroli@ciudad.com.ar
Olga Prósperi; olgaprosperi@yahoo.com

Más Uno:

Olga Prósperi.
Objeto de estudio: Textos de referencia acerca del cartel.

Inicio:

15 de marzo del 2012.

2) Cartel: Biblioteca.

Integrantes:
María Inés Kaplán; kaplanmi@fibertel.com.ar
Más Uno:

Inicio:

Octubre 2013.





3) Cartel: los actos a efectuar.

Integrantes:



María José Larumbe; mjlarumbe@gmail.com

Cristina Ribada; cristinaribada@yahoo.com.ar



Edith Cheb-Terrab; editbondo@gmail.com
Beatriz Nardi; nardibeatriz@gmail.com
Más Uno:
Maria Jose Larumbe , mjlarumbe@gmail.com
Objeto de Estudio:
Estructura ¸rasgos e invariantes topológicos.

Inicio: 15 de Mayo 2014

4) Cartel : Practicar el discurso

Integrantes:
Féix Contreras; felixcontreras@teebuenosaires.com.ar
Paula Hochman; paulahochman@teebuenosaires.com.ar



Elena lacombe; elenalacombe@teebuenosaires.com.ar
Oga Prósperi; olgaprosperi@yahoo.com



Má uno: Felix Contreras



Inicio: agosto 2013.


5) Cartel: Practica del Nudo

Integrantes:

Cecilia, Solari; ceciliasandra@yahoo.com
Noemí Etter, ncetter@hotmail.com
Marcelo Esmoris; masmoris@yahoo.com.ar

Mas uno:

Mónica Duran.

Inicio: 28 de Abril 2014.

6) Cartel: El armazón lógico del lenguaje.

Integrantes:
Jean Michel Vappereau; teejmv3@gmail.com
Elena Lacombe; elenalacombe@teebuenosaires.com.ar
Matias Dominguez; matiaseduardo.dominguez@gmail.com
Cristina Ribada; cristinaribada@yahoo.com.ar
Mas uno:

Paula Hochman; paulahochman@teebuenosaires.com.ar



Inicio: 15 de Septiembre 2013.




6) Cartel La Psicosis Social: en formación.

domingo, 9 de febrero de 2014

Exposición sobre el Más-Uno en el cartel - Paula Hochman


Exposición sobre el Más-Uno en el cartel1
"El número dos se regocija de ser impar"
André Gide- "Paludes"

En el dispositivo de estudio que Lacan llamó: "cartel", alguien cumple la función del "Más-Uno" que encarna el salto de lo imaginario a lo simbólico, el salto del grupo que hace masa en torno al Ideal, a un lazo de miembros donde cada uno construye, por el estudio puesto a la luz del dia, un objeto. En otras palabras, la masa es una estructura del yo, y el "cartel", una estructura del sujeto que encuentra una garantía en la función del Más-Uno.
Para entrar en el esclarecimiento de esa función, es pertinente evocar el silencio del analista. Sobre eso, leemos en los Escritos de Lacan:
"C'est à cet Autre au delà de l'autre que l'analyste laisse la place par la neutralité dont il se fait n'être ne-uter, ni l'un ni l'autre des deux qui sont là, et s'il se tait, c'est pour lui laisser la parole." (La Psychanalyse et son enseignement)2
" Es a ese Otro más allá del otro al que el analista deja lugar por la neutralidad de la cual se hace no ser ne-uter, ni uno ni el otro de los dos que estan ahi, y si se calla, es para dejarle la palabra" (El Psicoanálisis y su enseñanza).

En el análisis, la no-respuesta del analista vuelve posible el pasaje del dos al tres, ya que en lugar de responder en el plano de la dualidad imaginaria, se introduce la referencia al Otro. Hay dos que estan ahi, pero encadenados por algo tercero. "Ni uno ni el otro" es la fórmula de la alienación subrayada cuando el analista calla, donde rehúsa un diálogo entre un yo y un tú recíprocos, dando lugar , en cambio, a la alienación a la Verdad.

Leamos:

"Et l'on peut dire qu'en insistant pour que l'analyse de la névrose fût toujours ramenée au noeud de l'Edipe, il ne visait à rien d'autre qu'à assurer l'imaginaire dans sa concaténation symbolique, car l'ordre symbolique exige trois termes au moins, ce qui impose à l'analyste de ne pas oublier l'Autre présent, entre les deux qui d'être là, n'enveloppent pas celui qui parle." (Situation de la Psychanalyse en 1956)3
"Y puede decirse que al insistir en que el análisis de la neurosis fuera siempre referido al nudo del Edipo, no apuntaba a nada más que a asegurar lo imaginario en su concatenación simbólica, pues el orden simbólico exige tres términos al menos, lo que impone al analista no olvidar al Otro presente, entre los dos que por estar alli, no envuelven al que habla." (Situación del Psicoanálisis en 1956)

Encadenado a lo simbólico, lo imaginario posee una matriz de verdad. Pero aislado, reducido a un dos envolvente, se vuelve ilusorio. El punto de partida de la articulación simbólica es la superación del dos por la vía de un agregado, de la introducción de algo "otro", un plus que amplía la estrecha situación de lo dual. El carácter de "envoltura" de lo imaginario cuando se olvida lo simbólico, remite en los textos a Hegel cuando define a la locura como envoltura, como un aislamiento en la envoltura, o sea, el sujeto en estado intrínseco y sin actividad de comentario. De lo cual resulta una relación entre olvidar al Otro y no estar ahi. Si el sujeto olvida el orden simbólico, se cercena como sujeto. Para estar, hay que tener presente al Otro, eso que es más que dos. 4
El nudo borromeo donde Lacan refiere la estructura formada por lo Real, lo Simbólico y lo Imaginario de la cual depende el sujeto, rehúsa a toda relación de concentricidad o de envolvimiento, y sus redondeles, para anudarse de manera borromea, necesitan un mínimo de tres. Hay tres redondeles y el nudo que forman, donde ese particular nudo llamado borromeo, constituye un agregado implícito a esos tres redondeles , el hecho mismo del nudo.
El Más-Uno se inscribe en esa vertiente pero de manera explícita. Consiste en eso que se agrega al grupo y por lo cual sus miembros se enlazan de manera borromea, provocando el hecho que si no importa cual miembro dimite, el cartel se disuelve.
Pero, volvamos al escrito Situación del Psicoanálisis en 1956 para leer cómo está presentada esa función. Se la vé aparecer como una intervención de lo impar en el totalitarismo del grupo, produciendo un desfasaje entre dos mitades vueltas desparejas y creando así una barrera a la constitución de esa forma patética de relación que es la masa.
Parte de una disposición en serie de números en fila india, que se siguen unos a otros. Dice:
" Dans la série ainsi constituée, o peut dire en effet qu'une place impaire est occupée par la moitié des numéros deux, mais comme la série n'a pas de tête, puisqu'elle se ferme en couronne, rien ni personne ne peut désigner quelle est cette moitié, et donc les numéros deux, chacun pour soi et Dieu pour tous, sont en droit de se prétendre impairs, quoique chacun soit assuré que la moitié, d'entre eux ne peut pas l'être. Mais est-ce forcément vrai? No pas, car il suffit que la moitié plus un des numéros deux puisse se dire être de rang impair, pour que passée la borne (selon la forte expression de M.Fenouilliard) il n'y ait plus de limites, et que tous les numéros deux, quel que soit celui dont on fasse partir la série, soient incontestablement pris dans l'impair dénombré. On voit ici la fonction de l'Un en Plus" " Car cet Un En Plus où le nombre trois se réunit, est assurément la médiation de la Parole ". 5

" En la serie así constituida, se puede decir en efecto que un lugar impar es ocupado por la mitad de los números dos, pero como la serie no tiene cabeza, puesto que se cierra en corona, nada ni nadie puede designar cuál es esa mitad, y por lo tanto los números dos, cada uno para si y Dios para todos, tienen derecho de pretenderse impares, aunque cada uno esté seguro que la mitad de ellos no puede serlo. Pero es forzosamente cierto? No, ya que basta que la mitad más uno de los números dos pueda decirse de rango impar, para que pasado el linde (según la fuerte expresión del señor Fenouilliard) no haya mas limites, y que todos los números dos, cualquiera sea aquel del cual se haga partir la serie, estén indudablemente comprendidos en el impar ennumerado. Se vé aqui la función del Uno en Más" "Pues este Uno En Más donde el número tres se reúne, es seguramente la mediación de la Palabra " (Situación del Psicoanálisis en 1956).

Trazamos, entonces, un ejemplo que se ajuste paso a paso a la serie propuesta y distribuimos en la corona que forma un círculo, seis números dos. De esa forma, el primero, el tercero y el quinto dos, pueden pretenderse impares, ya que ocupan los lugares uno, tres y cinco. Habría un todo dividido en dos mitades complementarias, una mitad par y otra mitad impar. Claro que al tratarse de un círculo, el comienzo de la numeración de los lugares puede variar, provocando que ninguna mitad pueda pretenderse destinada a lo impar. De todos modos, sea cual sea la mitad par y la mitad impar, se trata siempre de una correlación recíproca entre dos mitades donde cada par tiene su impar. Ahora bien, esta situación se quiebra si se agrega uno a la mitad. Una mitad es lo que surge de dividir el todo por dos, su resultado es el de dos mitades sin resto. Si en lugar de tratarse de seis, hay siete números dos, la división por dos va a dar un resto, las dos mitades no son correlativas ya que una mitad presenta un dos más, surge un impar que no tiene par, que "espera a Godot"6. Queda una configuración de términos sin reciprocidad entre sus mitades, ya que un Más Uno introdujo una disimetría.
Esto se puede dibujar con facilidad.
Hagamos seis números dos, en esta serie hay una mitad par y otra impar; hago continuar la vuelta, y se afirma la calidad de los pares y los impares. En esta situación hay reciprocidad, cada par tiene su impar, siendo que un par es definido por ser un entero que dividido por dos no tiene resto.
Ahora, si esa serie se dispone en corona, uno puede empezar la serie en otro lugar, en lugar del uno, el dos, el dos en lugar del tres, con lo cual los que antes eran pares, seran ahora impares, y viceversa, y siempre en reciprocidad. Es, por lo tanto, una relación sin alienación, pues la alienación supone la no reciprocidad. Hay una no reciprocidad absoluta entre el sujeto y el Otro, la introducción que supone el analista cuando está en el plano de reciprocidad imaginaria, pasarle la palabra al gran Otro es alienar el discurso a la Verdad. Hasta acá, en esta configuración, que los pares sean una u otra mitad, la estructura no cambia, es una situación de no alienación.
Lacan dice, esto es forzosamente verdadero? No, porque alcanza con que la mitad Mas Uno de los números dos, puede decirse de rango impar para que no haya mas complementariedad.

Conclusiones
Quien encarna la función del Más-Uno en un cartel, introduce una disimetria, impide la ilusión de la reciprocidad entre los miembros, causando la difícil alienación a lo simbólico, y ello, sin atenuantes, sin la investidura amorosa del sujeto-supuesto-saber, ya que al Más-Uno no se le supone saber el Inconsciente sino hacerlo presente, hacer que lo Otro no se olvide.
El Más-Uno impide que haya dos mitades iguales, impide la reciprocidad entre dos partes complementarias, dando lugar a la alienación simbólica que consiste justamente en la relación de no-reciprocidad con el Otro. De ese modo, los miembros del cartel quedan en una situación homogénea, esto es, ninguno puede reivindicarse par o impar, ni formar parte de una de las mitades complementarias, la segregación queda inviable, la disimetría alcanza a todos, a cada uno. La homogeinización de los integrantes del cartel no es una masificación, es una equivalencia donde cada uno cuenta; si uno dimite, el lazo se suelta. En cambio en un grupo masificado, sólo cuenta el líder, el que es excepcional e ideal.
A diferencia del líder cuya referencia unifica y mantiene al grupo en la distracción, el Más-Uno trae la discordancia que despierta del letargo. Si se pretende seguir durmiendo, el Más-Uno será una figura rechazada.
El Más-Uno no es ni el Ideal ni algo desencarnado, es alguien que se agrega, y que causa la no-reciprocidad. Por qué Lacan no propone simplemente el número impar de los integrantes del cartel y promueve el Más-uno ? Para destacar esa función impar que no se dá de entrada, se necesita una operación: la de agregar Uno, hacerlo advenir, localizar la operación de alienación a la Palabra. Olvidar al Más-Uno, es una forma de reprimir esa operación.


"Paludes"- chapitre: Le banquet- André Gide
« Tu me rappelles ceux qui traduisent Numero Deus
impare gaudet par : “Le numéro Deux se réjouit d’être impair”
et qui trouvent qu’il a bien raison.
– Or s’il était vrai que
l’imparité porte en elle quelque promesse de bonheur – je dis de
liberté, on devrait dire au nombre Deux : “Mais, pauvre ami,
vous ne l’êtes pas, impair ; pour vous satisfaire de l’être tâchez
au moins de le devenir.” »

"Tú me recuerdas aquellos que traducen Numero Deus
impare gaudet por: "El número Dos se regocija de ser impar"
y que encuentran que tiene razón.
- Ahora bien, si fuera verdad que la imparidad lleva en si
una promesa de felicidad, yo digo de libertad, uno debería
decir al número Dos: "Pero, pobre amigo, usted no lo es, impar;
para satisfacerse por serlo trate al menos de devenirlo".



Paula Hochman


1 Presentada en la Reunión Inter-carteles de TEE de Buenos Aires, en marzo del 2013
2 Lacan,J., Ecrits, pag 439, Seuil: Paris. 1966
3 idem, pag 464
4 En la Filosofía del Espíritu, al final del Comentario sobre la consciencia de si, dice: " hemos representado la locura como un estado de envolvimiento del espíritu, como una degradación del espíritu en su absorción de sí mismo " "la primera forma de la locura es la distracción, que consiste en la ignorancia del presente inmediato. Un estado donde el espiritu no tiene noción de si, no está presente en las cosas". Hegel, W. Filosofia del Espiritu. Anaconda: Buenos Aires. 1956. pag 250

5 Situation de la Psychanalyse en 1956, pag 480.
6 Lacan nos dice en este escrito que la verdad de la palabra se entrega en un segundo tiempo así como "el número dos se regocija de ser impar" aludiendo al nivel del Inconsciente donde se encuentran números que no tienen par, esperan a Godot.

Sobre el Placer y la Regla Fundamental - Jacques Lacan


Estas palabras de Lacan, pronunciadas en junio de 1975 han sido transcriptas en el n°24 de las "Lettres de l’Ecole"

Sobre el Placer y la Regla Fundamental - Intervención a continuación de la exposición de André Albert


Quisiera poner el acento - el acento de mi aprobación- sobre lo que ha hecho André Albert. Quiero decir que verdaderamente, es por completo notable que él haya logrado, sobre eso en lo cual él se proponía retener la atención, a saber la Regla Fundamental, que él haya logrado muy notablemente agotar, hay que decirlo, todo lo que se encuentra en los enunciados de Freud primero, y, si lo puedo decir aún mejor, los puntos a los que había hecho referencia yo mismo.
Sin duda el conocimiento de esta Regla Fundamental está supuesta por mi, ser conocida por todos aquellos que, en un grado cualquiera, entran en la experiencia analitica ya que de alguna manera es la condición. Pero que haya sido buscada en los puntos que convenían a eso en los cuales me refiero a ella sin nombrarla expresamente, ha sido objeto de una verdadera exhaución, y no puedo decir que no esté también impactado por eso, lo cual por otro lado, le agradezco. Es muy notable y eso vale la pena tal vez que volvamos a lo que él ha enunciado, en la medida en que ha sido grabado, que se vuelva a ello como a un texto totalmente fundamental.
El hecho que él de inmediato haya producido como esencial la relación de esta Regla al Principio del placer, me parece dar cuenta de lo que ha sabido decir de ello. El Principio del placer, para poner sin embargo un poco de peso en mi contribución, ha sido acentuado de una manera por completo particular por gente gracias a quienes - es preciso saber eso de lo cual se habla cuando se habla del Principio del placer y no se puede precisarlo mejor que como lo ha hecho Freud; es el principio de atemperar, de taponar la estimulación. Eso comporta por supuesto una cierta astucia, pero al fin una astucia que justamente consiste en no poner el acento sobre la trampa. La trampa, no es lo que se llama el placer. La trampa es el goce.
El Principio del placer, para decir no obstante algo que es demasiado a menudo olvidado, el principio del placer, para decirlo claro, es el no hacer un carajo, hacer lo menos posible. Y el mejor certificado de inteligencia- digo de inteligencia- que se pueda dar a alguien, es de lograrlo en una cierta medida.
Entonces es bien evidente que el enunciado de la Regla Fundamental, es cuando incluso decir a una persona que viene a pedirles algo, una ayuda en la ocasión, la Regla Fundamental, no es otra cosa que hacerle notar que es preciso gotear un minimo para hacer algo juntos, a saber que eso no puede andar si de alguna manera uno no va hasta lo que disgusta, no al analista sino que disgusta profundamente a cualquiera sea: el hacer un esfuerzo.
Es muy dificil no advertir que al mismo tiempo, como se dice, el analista encuentra un aliado en el super-yo, es justamente lo que hace- y es por eso que he tratado de definirlo de la manera, que al fin de su exposición, André Albert ha querido recordar, como el imperativo del goce. Entonces hay algo que lamento absolutamente, el tener el aire de darle una buena nota, puesto que él no tiene ninguna necesidad de mí para, esa buena nota, dársela solo, es sin embargo que él ha decentemente, es el caso decirlo, hecho intervenir ahi adentro la función de la lógica, que es, por supuesto, tal como yo la he definido, eso solo por lo cual hay un acceso a lo real, y no soy yo quien va a enseñarle que él ha hecho una observación concerniente a eso de lo que es cuestión en la Regla Fundamental, una pequeña nota al pasar: la singularidad ha dicho, de lo que no debe ser omitido. Digo eso pues lo he relevado, he tomado muchas notas, he seguido muy de cerca todo lo que él ha dicho; y esta referencia a la singularidad, pienso que de todos modos hay bastante gente acá que han leido Aristóteles para saber que lo singular, es muy distinto de lo particular.
Hay alguien- no he anotado su nombre, lo lamento- quien hace un momento ha evocado entre aquellos que han intervenido, la particularidad, me parece bien. Para Aristóteles no existe al fin de cuentas más que lo particular. Lo particular, eso se define por una cierta forma del nudo que he creído poder entender en esta referencia a la particularidad, no sé sino que ella- es al menos sobre eso que he tomado mi nota- que la particularidad eso se define en todos los niveles, eso se define por lo universal, y que de una cierta manera, se puede decir que si no hubiera simbólico, es decir esta especie de inyección de significantes en lo real con lo cual estamos forzados a componer, no habría síntoma. Y el síntoma es la particularidad, en tanto que es lo que nos hace cada uno un signo diferente de la relación que tenemos, en tanto que hablaseres, a lo real. Lo universal, ahi adentro, es siempre algo que se hurta del horizonte y al cual no hacemos referencia más que por la numeración (son mis palotes, pienso que hay muchos acá que los conocen).
Entonces el desfasaje es eso: es que nosotros no podemos, en el fondo, dar como regla- y es sin embargo indispensable saberlo en lo que concierne a la admisión de alguien en eso por lo cual nos comprometemos respecto de él, es sin embargo el síntoma lo que está en el corazón de esta regla. Lo que en el enunciado de la Regla Fundamental está apuntado, es la cosa de la cual el sujeto está lo menos dispuesto a hablar, es a saber digamos, puesto que quiero articular bien las cosas, es de su síntoma, de su particularidad.
Y es en eso que es notable lo que ha indicado solamente André Albert, es que lo único que vale no es lo particular, es lo singular. La regla quiere decir: vale la pena, eso dice muy bien lo que quiere decir, es lo que he llamado hace un momento: hay que sudar un poco- eso vale la pena de andar rodando a través de toda una serie de particulares para que, como él dice, algo singular no sea omitido. Eso vale la pena de gozar de esta posición única que se define sólo de una manera, lo he evocado hace un tiempo en mi seminario, con eso que he llamado el encuentro, el encuentro que no es nunca uno verdadero, que no es más que una veleta, por el tironeo del nudo que está sin embargo para cada uno estrictamente especificado.
Si algo se encuentra que defina lo singular, es lo que he llamado sin embargo por su nombre, un destino, es eso lo singular, eso vale la pena de ser sacado, y eso no se hace más que por una buena suerte, una suerte que tiene de todos modos sus reglas.
Hay una manera de estrechar lo singular, es por la vía justamente de ese particular, ese particular que he hecho equivaler a la palabra síntoma.
El psicoanálisis, es esa búsqueda de la buena suerte, que no es siempre forzosamente ni necesariamente lo que se llama una felicidad comprimiéndola en una sola palabra. Pero es claro que cuando nos proponemos la Regla Fundamental, hacemos referencia específicamente a la particularidad, en tanto que ella molesta al Principio del placer. El Principio del placer consiste en no tener nada de particular. El principio del placer, es sin embargo eso a lo cual mucha gente aùn se ata: a lo cordial, a lo normal, en dos palabras. El análisis es algo que nos indica que no hay sino el nudo del sintoma (symptôme) para el cual es preciso evidentemente sudar un poco hasta llegar a aprehenderlo, a aislarlo; a tal punto es preciso sudar un poco que uno puede incluso hacer de eso un nombre, como se dice, de ese sudaje. Es lo que desemboca en ciertos casos en el colmo de lo mejor que puede hacerse: una obra de arte.
Nosotros, no es nuestra intención. No es en absoluto conducir a alguien a hacerse un nombre ni a hacer una obra de arte. Es algo que consiste en incitarlo a pasar por el buen agujero de lo que le es ofrecido, a él, como singular.

Traducción: Paula Hochman Vappereau