El sujeto del lenguaje1
La alteridad necesaria
significante sino la de ser diferencia absoluta »
Jacques Lacan.
De un Otro al otro
El sujeto del lenguaje es una noción
que despeja el Psicoanálisis más que la Linguística, porque el
sujeto no puede traducirse en una representación- es el yo como
instancia quien la acapara. Tampoco consiste en un significante
sino en un efecto significante que viene del Otro, donde la
alteridad del Otro es algo que el lenguaje crea y no puede
significar.
En la Linguística, Jakobson2
plantea la pregunta sobre el misterio de la significación. Cómo
surge la significación en el lenguaje ? Cómo explicar, por
ejemplo, el hecho que apenas seis fonemas, los de la expresión
« nunca más », desprendan un sentido de eternidad, una
privación definitiva.
En el Psicoanálisis, Freud y Lacan,
extienden esa pregunta al misterio de lo que no es atrapable por la
significación. La alteridad será la presencia de lo
no-significable. Y es un hecho de experiencia. Frente a un otro que
no entendemos, que « no es de la misma parroquia»3,
que no está cubierto por una significación compartida, surge la
alteridad del otro, que remite al sujeto a su propia división. De la
misma manera, un sueño, un acto fallido, un síntoma, una
excentricidad cualquiera, cuya significación es inaccesible para el
sujeto- actor involuntario de un texto que ignora-, es la
experiencia donde algo Otro irrumpe en lo que se es.
Es cuando se introduce la dimensión
del Otro- Otra escena en términos de Freud4-
como el sujeto puede surgir. Me refiero al aforismo fundamental que
dice que el significante que representa al sujeto no funciona mas que
para otro significante5,
siendo otro de manera absoluta, no en el sentido de total
sino de carecer de reciprocidad con el Uno.
La dimensión de alteridad del Otro
significante es lo que me interesa comentar ya que de eso depende la
existencia lógica del sujeto. Observemos que es la alteridad que la
psicosis rechaza, reduciendo el gran Otro al Ideal, y provocando en
la época de la psicosis social, tanto los crímenes de masa del
racismo, como la otra cara del rechazo al Otro: el igualitarismo y su
cruzada para suprimir la diferencia.
Del complemento a la disimetría
« Una
mitad es vuestra, la otra es vuestra. . .,
mía, quiero decir; pero si
mía, es vuestra,
y así soy toda vuestra ».
W.Schakespeare El Mercader de Venecia.
El
sujeto surge como efecto de la díada significante compuesta por un
significante llamado Uno que representa al sujeto, para otro
significante, llamado S2. En la experiencia del análisis inaugurada
por Sigmund Freud, las formaciones del Inconsciente constituyen el
enjambre significante anotado S1, que representa al sujeto para Otro
significante: el saber inconsciente, anotado S2.
Ello supone una forma de entender el
Lenguaje. Puesto que el significante no lleva adherido un
significado, para producir sentido debe articularse a otro
significante. Que el significante está encadenado, es una ley. Es lo
que no rige en la comunicación animal hecha de señales que fijan un
referente. Leer en el lenguaje, en cambio, es atender a las
concatenaciones significantes por las cuales el acontecimiento de un
nuevo sentido puede tener lugar.
El gran linguista Roman Jakobson
explica la creación de sentido por el hecho sin-sentido de la
oposición fonemática. Un fonema adquiere valor linguístico por su
oposición a otro fonema. Un fonema significa otra cosa que otro
fonema en la misma posición y ese es su único valor. El valor del
fonema se reduce, entonces, a un valor de alteridad. 6
Ahora bien, de qué manera se opone un
fonema a otro ? No hay una única manera de crear oposiciones.
Acaso el significante Uno, lugarteniente del sujeto, se opone al otro
significante, el del saber inconsciente, según la negación clásica
donde el otro es la negación del uno ?
Según qué lógica se efectúa
esa oposición que desprende como efecto al sujeto ?
Veamos la explicación de un
importante linguista : Emile Benveniste. Asegura encontrar el
fundamento de la subjetividad en el estatuto linguístico del
pronombre personal. El locutor que dice : « yo », se
constituye como sujeto en el discurso. El término : « yo »
se refiere exclusivamente a una realidad de discurso que designa al
locutor que lo pronuncia. Hay tantos referentes de la palabra « yo »
como locutores que la emplean. Fuera de su alocución, « yo »
carece de entidad. Y no empleo : « yo » sino
dirigiéndome a otro, que será en mi alocución un « tù ».
Hasta acá, seguimos a Benveniste. Pero cómo explica la relación
yo-otro, la de esa díada donde transcurre el hecho de hablar y
en la que se forma el sujeto al designarse « yo »?
En su escrito « De la
subjetividad en el lenguaje »7
escribe :
«No empleo yo
sino dirigiéndome a alguien, que sera en mi alocución un tú.
Es esta condición de diálogo la que es constitutiva de la persona,
pues implica en reciprocidad que me torne tú en la alocución
de aquel que por su lado se designa por yo. » Insiste :
« yo plantea otra persona, la que, exterior a mi, se
vuelve mi eco al que digo tú y que me dice tú » Y
para que no queden dudas, concluye :
« ninguno de los dos términos es
concebible sin el otro, son complementarios, pero según una
oposición interior-exterior, y al mismo tiempo son reversibles. »
« Es en una realidad dialéctica, que engloba los dos términos
y los define por relación mutua, donde se descubre el fundamento
linguístico de la subjetividad».
Cedemos al apremio de una primera
observación : por la relación recíproca entre un yo y
un tú, lo que alli obtiene Benveniste es el sujeto como la
parte de un todo, que no puede dar el fundamento del sujeto dividido.
La díada benvenistiana consiste en
tomar al otro como complemento con el cual formar un todo hecho de
dos mitades, englobados por una esfera a la que no le falta nada, a
la manera de dos mitades aristofánicas Ni siquiera la relación
especular es adaptable a la perfección de una esfera, ya que en la
alienación imaginaria se dice « mi » en el lugar del
« tú », rompiendo toda armonía del complemento.
La hipótesis de
una díada hecha de complementos es el argumento del amor que decreta
poco amorosamente : « tú no eres más que lo que yo
soy »8
y de donde no puede surgir el sujeto. 9
No es el amor sino la estructura
llamada « deseo », donde la relación al otro no consiste
en la reciprocidad sino en las operaciones de alienación y
separación, el lugar del fundamento del sujeto.
El otro complementario es sólo un
otro relativo, ya que la reciprocidad le permite a su vez tomar al
uno como su complemento, resultando una unión englobante que
disuelve las diferencias en la mutua asimilación. En suma, una
relación de complementarios niega evidentemente la alteridad, que no
es sostenible como relativa sino como absoluta.
Finalmente, a la pregunta de
qué manera se ligan los dos términos de la díada significante,
Benveniste responde : mediante una diferencia simétrica
complementaria. Es la diada formada por la negación clásica,
caracterizada por el relativismo de la reversibilidad recíproca :
el yo para un tú, que deviene tú para un yo, o el exterior como la
negación relativa a un interior de manera reversible. En la lógica
de la coordinación clásica, la negación es la conexión de dos
términos simétricamente inversos.
Si p es verdadero, no-p es falso, y si
p es falso, no-p es verdadero. En esa conexión lógica, el otro
de p es su diferencia simétrica, que escribimos con la negación de
la equivalencia de la siguiente manera :
(p ⇎ ¬ p)
Donde es siempre verdadero que p no es
equivalente a la negación de p.
En esta relación, el otro es un otro
relativo, depende del valor de verdad del uno, ya que la negación
invierte el valor de verdad. El otro de p, depende de lo que p
es como valor de verdad. Nuevamente, la fórmula del amor : « no
eres más que lo que yo soy », decide a un otro relativo.
Tomar al otro como complemento, niega
la alteridad del otro, su alteridad absoluta, que es la que no
depende del uno. En términos más precisos : la alteridad del
otro se basa en la no reciprocidad. Ello corresponde a la conexión
lógica entre dos términos que Lacan llamó alienación. En dicha
operación hay una elección forzada : el sujeto implica
necesariamente al Otro, pero ello no es recíproco.
El S1 no está implicado por el S2 ,
donde el vel alienante corresponde a la negación de la
implicación inversa:
(S1 ⇍
S2)
Lacan definió la
alienación como una diferencia simétrica que una elección forzada
vuelve disimétrica10.
La relación entre S1 y S2 que Benveniste establece como
simétricamente diferentes, es decir, complementarios, está afectada
por una elección forzada- el hecho que no hay sujeto sin Otro- que
establece entre los dos términos de la díada una relación no de
asimetría sino de disimetría. Disimetría es un defecto en la
simetria, una falta de simetría, de manera que las dos mitades no
encajan, no pueden complementarse, produciéndose un defecto en lo
simbólico. Ese defecto en lo simbólico va a producir el efecto
llamado sujeto.
El sujeto es la consecuencia de que
hay significante y el nacimiento del sujeto se sostiene en el hecho
de excluirse del significante que lo determina. Es a partir de esa
exclusion como puede nacer.
Algunas conclusiones
La díada significante que da
surgimiento al sujeto está formada no por una negación clásica
sino por la introducción del Otro como tal. Y la alteridad del Otro
se basa en el hecho de la no-reciprocidad, La relación de
no-reciprocidad es lo real de la alienación, el hecho que el sujeto
se inscribe en el Otro como falta, como no implicado. La alteridad es
pues el hecho de una disimetría.
Su consecuencia a nivel de la
verdad, es una pérdida de ser, el factor letal en la constitución
del sujeto y en la estructura del Otro. El Otro del sujeto del
lenguaje es absoluto e incompleto. Y la significación del amor no
puede envolver al otro, que se mantiene por la estructura alienante
privado de reciprocidad. En el argumento del amor que se dirige a un
otro relativo a un mi, se desconoce que lo que liga no es el yo ni el
tú sino la dimensión del Otro.
Lo encontramos en la práctica del
análisis. Un S1 (una formación del Inconsciente) no puede leerse
encadenado a un S1 ; esto es : no se analiza un sueño con
otro sueño, ni un síntoma con otro síntoma, es necesario ligar
los sueños y los síntomas a un S2, a un significante que viene del
Otro, del saber inconsciente.
Es también la razón por la cual el
análisis es uno por uno. El significante del síntoma, es decir, de
una metáfora (S1) o el significante del fetiche, es decir, de una
metonimia (S1) no forman un par complementario con el significante
del saber inconsciente (S2). Lo que liga a los significantes es el
significante del saber inconsciente, cuya no-reciprocidad con el S1
permite la subsistencia de la díada. El significante del síntoma
de Isabel de R, el « no poder dar un paso sin dolor »(S1),
implica un deseo que no anda (S2). Pero ello no es recíproco, cada
deseo que no anda no necesariamente va a metaforizarse en una
dificultad para caminar.
Analizar es descifrar cada vez esa
díada que produce al sujeto como defecto y efecto. Para esa tarea,
no es viable orientarse por el Ideal, en la búsqueda de alcanzar el
complemento. Se trata de dirigirse al Otro, que no promete perfección
ni pureza, sino el lugar de la buena fé donde legitimar las
metáforas.
Si el sujeto entra en el discurso es
por la referencia no recíproca al Otro. Lo que hace lazo social
viene del gran Otro y va a dar su estatuto al Inconsciente.
Es el sentido de la afirmación de
Levi-Strauss cuando 6 años después del juicio de Nuremberg dice en
una conferencia en la Unesco : « lo que hay que salvar es
la diversidad »11,
sin el Otro, la civilización es inviable.
La noción de complemento orienta la
díada en dirección al Ideal.
Veamos tan sólo una palabra que la
retórica sin pudor de la psicosis social opone a la cultura :
la diversidad fundamental que cita Levi- Strauss, es nombrada por
Hitler: «promiscuidad de los pueblos ». Un rasgo que no deja
de definir a la psicosis social es la tendencia a reducir la
dimensión del Otro a una función de Ideal, el erotismo de las
diferencias a un sistema de higiene. Si la diferencia o el defecto,
irritan al Ideal y donde cualquier lazo es promiscuo, la tensión, en
cambio, entre el Uno y el Otro empuja a practicar el lenguaje como
lugar de invención y creación de una estética del defecto.
Paula Hochman Vappereau
Referencias bibliográficas
Benveniste, E. (1966): Problémes
de linguistique générale, 1. Paris: Gallimard.
Freud, S. (2007)
Obras Completas. La Interpretación de los sueños. IV Buenos Aires:
Amorrortu.
Jakobson, R.
(1976) Six leçons sur le son et le sens.
Paris :Editions de Minuit.
Lacan,J. (2001)Autres Ecrits. La
logique du fantasme. Compte rendu du Séminaire. Pag 323.
Paris :Seuil.
Seminario « Problemas
Cruciales del Psicoanálisis » inédito.
Levi-Strauss, C. (1979)Traducción de
J.Almela. Antropologia Estructural. Raza e Historia. México :
Siglo Veintiuno Editores.
Vappereau, J.M. (2010) El vel de la
alienación y su articulación común en la lógica clásica.
www.teebuenosaires.com.ar
1
Presentado en la VII Jornada sobre Psicoanalisis y psicosis social.
Efectos del discurso psicoanalitico sobre la civilizacion
occidental, el 15 de junio del 2013, en el marco del Proyecto de
Investigacion UBACyT. Facultad de Psicologia, UBA.
3
Es una expresión que Freud toma de Bergson, en su libro « Le
Rire », pag 5, 2006, Paris. « Notre rire est toujours le
rire d’un groupe...Un homme, à qui l’on demandait pourquoi il
ne pleurait pas à un sermon où tout le monde versait des larmes,
répondit : Je ne suis pas de la paroisse » (« Nuestra
risa es siempre la risa de un grupo...Un hombre, a quien se le
preguntaba por qué no lloraba en un sermón donde todo el mundo
vertia lágrimas, respondió : Yo no soy de la parroquia). Y
Jacques Lacan, en su seminario : Las Formaciones del
Inconsciente, lección del 11 de diciembre de 1957, decía :
« En d’autres termes, pour que mon trait d’esprit fasse
rire l’Autre, il faut, comme quelque part le dit Bergson, et c’est
la seule chose bonne qu’il y a dans Le Rire- qu’il soit de la
paroisse » (En otros términos, para que mi chiste haga reir
al Otro, es preciso, como en alguna parte lo dice Bergson, y es la
única cosa buena que hay en La Risa- que sea de la parroquia)
4
La Otra escena (eine andere Schauplatz) donde Freud situaba el
Inconsciente, cuya sintaxis puede definirse gracias a momentos
privilegiados- sueños, lapsus, chistes- trabajados por esa
sintaxis y que nos aportan fragmentos de su escritura.
5
Lacan,J. La Logique du Fantasme, leccion del 16 de noviembre de
1966, « S1, en tant qu’il tient lieu du sujet, ne fonctionne
que pour un autre signifiant ».
7
Aparece como capítulo XV, pag 181, en el tomo I de la obra
« Problemas de linguística general », Siglo XXI,
México, 2007, en la traducción de Juan Almela del libro de Emile
Benveniste : « Problémes de linguistique générale »,
1, Gallimard, Paris, 1966.
8
Lacan,
J. La Logique du fantasme, leccion del 25 de enero de 1967. “ tu
n’es rien, que ce que je suis”
9
Lacan, J. Lidentification. Leccion 21 de febrero de 1962. « Le
sujet dont il s’agit, celui dont nous suivons la trace, est le
sujet du désir, et non pas le sujet de l’amour ! pour la
simple raison qu’on n’est pas sujet de l’amour, on est sa
victime » (« el sujeto del cual se trata, aquel al cual
le seguimos la huella, es el sujeto del deseo, y no el sujeto del
amor ! por la simple razón que no se es sujeto del amor, se
es su víctima »)
10
Lacan, J. Autres Ecrits. La logique du fantasme. Compte rendu du
Séminaire. Seuil. 2001. Paris. pag.323 : « Une
différence morganienne d’aspect, s’anime de ce qu’un choix
forcé la rende dissymétrique »( « Una diferencia
morganiana de aspecto, se anima por una elección forzada que la
vuelve disimétrica »)
11
Levi-Strauss, C. Traducción de J.Almela. Antropología Estructural.
Raza e Historia. Pag 339. Siglo Veintiuno Editores. México. 1979.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario