domingo, 20 de octubre de 2013

Traducción de un fragmento de «Essai d'une histoire raisonnée de la philosophie païenne» de Alexandre Kojève



Diagnóstico relativo al conjunto de la filosofía:
Conclusión a la Onto-Logía estoica en terminos de
Incorporales estoicos y concepto hegeliano.
  • laguna del sistema estoico en el interior mismo de su teoría de los incorporales.
  • separación de la espacio-temporalidad y del lecton
  • oposición entre la filosofía pagana y la filosofía judeo-cristiana (de la encarnación del Jahvé judío) o kantiano (transformada por Hegel en sistema del saber absoluto).

Así, de hecho, el incorporal estoico es a la vez Sentido Y Esencia en potencia, sin ser en acto NI Esencia NI Sentido.
Entonces pues, este incorporal es para nosotros el concepto. Y ese concepto es, para los mismos estoicos, (también) espacio-temporalidad. De modo que se obtiene una Onto-logía auténticamente hegeliana.
- Solamente, de hecho, no hay nada de eso. Porque si los estoicos consideran como incorporales tanto la espacio-temporalidad (descompuesta por otra parte en tiempo y espacio + vacío) como el lecton, no identifican de ningún modo este último a la primera. Sin duda la ligazón de hecho entre la teoría del lecton y la lógica existe también para el estoico, lo mismo que aquella entre su teología y la teoría del incorporal espacio-temporal. Pero lejos de identificar el concepto (en tanto que sentido separado del morfema) con la espacio-temporalidad, los estoicos no llegan a establecer una ligazón cualquiera entre los dos [precisamente porque aíslan los sentidos incluyéndolos como evidencias]. Así, para ellos la “Lógica” (“formal”), incluso prolongada por la teoría del lecton (evidente) queda separada de la “Teología” incluso prolongada por la teoría de lo incorporal espacio-temporal. Porque que esas dos teorías queden aisladas una de otra, el sistema estoico es incompleto y la laguna del sistema estoico se sitúa, si se quiere, en el interior mismo de su teoría de los incorporales, en la medida en que ésta aísla los sentidos y los incluye como evidencias. Si se quiere ver en ésta la onto-logía estoica propiamente dicha, no hay que olvidar que ésta también separa lo que se dice (el lecton en tanto que sentidos “evidentes” o “nociones comunes” separadas) de lo que se habla (la espacio-temporalidad separada de los sentidos) y no habla para nada de sí misma, es decir precisamente de lo que todo eso de lo que se habla tiene en común con lo de eso que se dice.
Siendo esa la onto-logía estoica, no difiere esencialmente de la de Aristóteles. Aquello de lo que se habla queda sin ligazón con lo quede eso se dice. Sin duda, introduciendo la Lógica en el sistema mismo del cual forma parte la Física (y por consiguiente la teología), los estoicos plantearon de hecho y para nosotros, la cuestión del guión (trait d´union) que reúne las dos en una sola y misma onto-logía. Desde ese punto de vista, ellos hicieron un progreso sobre el camino que conduce desde Aristóteles a Kant. Pero en la medida en que la cuestión del lazo entre la “Física” (teología) y la “Lógica” no fue explícitamente planteado, más que por Kant (y resuelto solo por Hegel), Aristóteles puede ser considerado como filosóficamente más “honesto” que los estoicos, en la medida en que él rechazó introducir en su sistema una supuesta “parte” lógica que de hecho queda sin ligazón con las otras. Si Aristóteles en su Organon, habla del discurso “haciendo abstracción” del mundo del cual habla en su sistema, es porque de hecho, él logró tan poco como los estoicos, “deducir” del mundo del que habla, ni el discurso en tanto tal, ni por consiguiente lo que dice él mismo de ese mundo en su filosofía.
Hemos visto que esta incapacidad se debe al carácter pagano (incluso platónico)
de la teología aristotélica (y estoica), es decir a la doble trascendencia del theos anti guo. Ese theos se encarna solo en el Uranos (asimilado por los estoicos al Cosmos entero), pero éste no es discursivo por ser silencioso el acto planetario. En cuanto al discurso humano, en Aristóteles queda sin lazo con el cielo. Lo mismo para el Lecton de los estoicos, (incluidos como conjunto de evidencias aisladas) no tiene ninguna relación con su espacio-temporalidad: el theos permanece mudo y el hombre no es divino; el discurso entonces no es verdadero y la verdad no es discursiva; Parménides y Heráclito se oponen sin reconciliarse. La situación queda entonces la misma que en Aristóteles, incluso en Platón mismo; y así permanecerá hasta que la encarnación del Yavé judío se revele discursivamente en y por la filosofía judeo-cristiana o kantiana (transformada por Hegel en sistema del saber absoluto).
Nosotros vemos así que la onto-logía (des-dogmatizada) de los estoicos, no difiere
esencialmente de la de Aristóteles.
Ahora nos es necesario ver que pasa lo mismo con la energo-logía estoica.
Páginas 130 a 132

Kojève, Alexandre – Essai d`une histoire raisonnée de la philosophie paienne.
Tomo III – La philosophie hellènistique, les néo-platoniciens
c. LES PRODROMES PAIENS DE LA PARA-THESE SYNTETIQUE.
II. Les philosophies dogmatisées (paraphilosophies).
2 L`Aristotelisme dogmatisé: le Stoicisme.
L`Onto-logie stoicienne.

Comentario actual: del chiste al matema
El lecton, en tanto que evidencia (dogmática) y separada de lo espacio-temporal transformado por la noción de discurso inconsciente en tanto que lazo social del cual “se sale uno por uno pero que no podría estar reservado a algunos” retoma bajo el aspecto de “lo que vuelve legible al significado” entre los incorporales matemáticos del discurso analítico: función, aplicación, análisis.
La episteme que se deduce entre significación (lecton), literalidad y espacio-temporalidad es por otra parte más temible por el sujeto de la ciencia de lo que puede admitir y soportar con desenvoltura y facilidad.


J.-M. V.



Traducción/ Versión: Roberto Pinciroli

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